REGLAS DE ORO A LA HORA DE DISCIPLINAR
- Edith Rodrìguez Mahecha
- 1 feb
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Sea firme. Cuando diga algo, cúmplalo
Tenga reglas claras, sean cuales sean. Es importante que no haya exceso de reglas, porque entonces la posibilidad de infringirlas aumenta.
Acepte que va a haber conflicto. El conflicto es parte inevitable de la convivencia. Maneje los conflictos cuando esté sereno. No haga nada cuando se sienta invadido por las emociones.
Sea paciente. En la crianza éste es un factor clave. El proceso de crecimiento es largo y nada se da tan rápido como quisiéramos.
Conózcase y crea en usted mismo.
Estimule los esfuerzos de sus hijos, pero también hágales ver sus errores.
Recuerde que usted es quien tiene la autoridad, así ellos le obedecerán.
Hable sólo lo necesario. No amenace, advierta. Hay una gran diferencia entre ambos. La amenaza no se cumple, mientras que la advertencia es un aviso de algo que si va a pasar.
Cree un ambiente de confianza. No mienta ni deje de cumplir lo prometido.
Conozca bien a cada hijo para así poder estimular sus talentos y ayudarle con sus defectos.
Decida cuáles son sus prioridades y hágalas saber. Si para usted es importante el orden, impóngaselo de una manera firme pero amable.
No se asuste con las pataletas. Haga caso omiso de ellas. Sólo preste atención cuando el niño pueda interactuar sin manipulación.
Fuente: La Buena Crianza
ANNIE DE ACEVEDO
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